Catedral Santa María de Fiore- Florencia, Italia
La Catedral Santa María de Fiore, localizada en Florencia, es uno de los monumentos más importantes y visitados en Italia. Aunque esta catedral contiene varios elementos de valor arquitectónico (como le campanario y la fachada); la gran cúpula (o el Duomo), es el elemento más reconocido de esta obra. El Duomo, diseñado por Filippo Brunelleschi, es uno de los logros arquitectónicos más significantes del renacimiento; sin embargo, su método de construcción había permanecido un misterio por siglos.
Filippo Brunelleschi era un hombre al quien le gustaba hacer trampas, despistar y confundir las ideas. Es por esto por lo que decide no dejar ningún plano, dibujo, o escrito sobre la construcción de su obra; dejando un misterio que muchos tratarían de resolver por siglos. Sin embargo, fue Massimo Ricci, un arquitecto italiano, quien logró descifrar las técnicas utilizadas para el Duomo.
El misterio fue escondido con un truco: los obreros dispusieron los ladrillos vistos de una forma distinta a los de la bóveda interna (la que de verdad aguanta el peso de la construcción) para despistar todos los que, solo mirando desde fuera la cúpula, pensaban tener frente a sus ojos la técnica adoptada. Los ladrillos internos "están colocados en diagonal, como la espina de un pescado", explicó Ricci, "sin utilizar material metálico alguno, sino solo gracias a un sistema de cuerdas que permitía calcular la posición y el ángulo exactos en los que debían poner cada ladrillo". Para confundir aún más las ideas a eventuales imitadores, Brunelleschi ordenó "marcar el costado de los ladrillos que quedaban en superficie con un surco, para dejar creer que fuesen dispuestos en longitud en lugar que de lado. Así, Brunelleschi creó un sistema único y nunca más repetido en la historia.
La Catedral Santa María de Fiore, también conocida como La Catedral de Florencia es una obra maestra del arte gótico y del renacimiento italiano que representó el poder de la capital toscana durante el siglo XIII y XIV. El duomo, el elemento más impresionante de esta obra, representa grandes avances arquitectónicos y tecnológicos para la época. Su creador, Filippo Brunelleschi, reinventó los métodos de construcción para lograr la enorme cúpula. Además, reinventó el sistema de polea para facilitar la llegada de materiales y creó un patrón de ladrillo estructuralmente fascinante. Por estas razones y muchas más, no cabe duda de que la Catedral Santa María de Fiore es una de las joyas arquitectónicas más importantes, no solo de Italia, pero del mundo.
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